Mamá prudencia

¡Cuántas veces nos han dicho aquello de "la paciencia es la madre de la ciencia"! Padres, tíos, profesores, abuelos y superiores, en general. Y con más razón que un santo.

Pues bien, hoy me permito adaptar el "refranero español" y cambiar la socorrida frase y en vez de paciencia, prefiero hablar de prudencia.
Porque si eres bético sabes lo que es sufrir y sabes lo que es quedarte con cara de tonto porque vendiste la piel del oso en oferta demasiado pronto y ahora te has quedado sin munición para cazarlo.

Y hablo ahora de prudencia, a escasas jornadas (con huelga incluida) de que acabe la temporada porque sí, porque llevamos siendo líderes varias semanas consecutivas y todo apunta a que volveremos al lugar que nos corresponde pero no.
El debate ahora es si un grande como es el Real Betis Balompié debería o no celebrar u organizar actos oficiales de festejo en torno al ansiado y "obligado" ascenso. Pues bien, en dos días nos jugamos la vida en Mallorca frente a un rival nada sencillo y eso es lo que debe primarnos a todos los béticos.

El camino ha sido duro y ya vemos la luz al final pero ya sabemos cómo va esto y las sorpresas (pocas veces buenas) que nos da el vivir la vida en verdiblanco, asi que homenajeando al del peinado elaborado tendremos que ir "partido a partido" antes de hacernos abrigos con ningún animal.

¡MUSHO BETIS!

La fina línea entre 'ultra' y 'aficionado'

Una pena, una verdadera pena tener que dedicar un post a este concepto pero, lamentablemente, lo veo muy obligatorio en estos días en el que el nombre del Real Betis Balompié se ve ensuciado por una panda de desanimadores.

Para el que esté despistado, me refiero al lamentable episodio en el que un grupo de ultras ubicados en el graderío sur del Benito Villamarín emiten un deleznable cántico que ensalza los presuntos malos tratos de los que se le acusa a Rubén Castro, delantero canario del equipo verdiblanco, insultando a la presunta víctima y ex pareja del jugador.

Dado que mi campo no es el derecho y desconozco en gran parte la legislación en torno a estos temas, no entraré en consideraciones personales y me ciño simplemente a plasmar el sentir de, según mi opinión, la mayoría de los aficionados béticos.

En los días posteriores a que saltara la chispa, dígase, que todos los medios locales y nacionales se hicieran eco y dieran una publicidad menos que merecida a este grupo y a este deplorable comportamiento, hemos tenido que leer acusaciones en las que se nos tacha a todos los béticos de apoyar la violencia de género e incluso de ejercer de cómplices de estos individuos al permitir los cánticos en el estadio. 

Lamentablemente, en el fútbol se suceden episodios que nada tienen que ver con la magia del balompié. Si el pasado 30 de noviembre, lamentábamos la muerte de un aficionado gallego a manos de un grupo de desalmados y nadie llamaba "asesinos" a los atléticos que acuden cada dos semanas al Calderón a animar a su equipo, no entiendo cómo son capaces de generalizar y eliminar esa fina línea que diferencia a 'ultra' y 'aficionado' en el mundo del fútbol y acusarnos a todos los béticos de apoyar una de las principales lacras de nuestra sociedad como es la violencia contra las mujeres.

Creo disponer de un amplio conocimiento sobre los grupos ultra más populares, ya sea porque en torno a ellos, estructuré mi trabajo académico de fin de Master y, si algo me quedó claro es que, en muchos casos, estos grupos perjudican más que benefician a los equipos.
Está claro que su labor de animación es, en la mayoría de las ocasiones, admirable y fundamental, pero no podemos permitir que los miles de kilómetros que se recorren para que luzca una bandera verdiblanca en las gradas de cualquier recóndito estadio de la segunda categoría se vean ensuciados por un grupo de energúmenos que no sólo no sienten amor por su equipo sino que, además, carecen de cualquier tipo de respeto por las personas e incluso por el resto de aficionados.

Dentro de este post no quiero tampoco dejar hueco para los posibles intereses ocultos que han motivado este acoso a toda la sociedad bética en general olvidando que el comportamiento reprobable no debe generalizarse a una afición ejemplar. Tampoco entro en la manipulación que creo que están ejerciendo los medios de comunicación utilizando la imagen según les conviene. Utilizo esta entrada para desahogarme en este lugar a título personal y nada más. 

Resumiendo, yo soy bética, muy mucho, y me avergüenzo de que un grupo de energúmenos ensucien el nombre del club de mis amores cuando no tengo por qué hacerlo. ¿Que por qué? Porque algo que daña al Betis no es el Betis por muchas banderas y muchos decibelios que acumulen en cada encuentro. ¿Cómo es eso que se oye últimamente? ¡Ah, sí! Que no, que no, que no nos representan. Pues eso. 

¡QUE VIVA EL BETIS!

Con un par... de motivos

Llevo tiempo sin escribir entradas en el blog pero tengo mis motivos. Lógicamente, uno de ellos no es la falta de temas que tratar después de aquel pasado 26 de abril en el que se hizo realidad el descenso del Real Betis a Segunda división. 

Aunque desde Trece Barras 1907 se hará el oportuno repaso de esta temporada y de las perspectivas de cara a la próxima ya en el infierno, hoy quiero hablar de algo diferente.

En el mundo del Beticismo conoces a mucha gente. Gente de todo tipo, edad o procedencia pero todos con el mismo color: el verdiblanco.
Quizás esa sea una de las cosas más bonitas de amar a un equipo como es el Betis: el poder conocer a personas con las que, de otro modo, no te habrías cruzado quizás nunca a lo largo de tu vida y hoy quiero centrarme en esto.

A pesar de que desde hace meses todo lo que rodea al Beticismo trae consigo un tufo de pesimismo y desesperanza, hoy quiero hacer un alto en esta racha. Si la historia del Glorioso trae consigo infinidad de personalidades que ya han sido acuñadas en su trayectoria como imborrables, Miki Roqué se convirtió en una más cuando aquel 28 de junio de 2012 se elevó al cuarto anillo.

Pues bien, a raíz de estas terribles pérdidas humanas surgen actos a los que creo que hay que prestarles atención. El pasado 26 de abril, un bético al que tengo la suerte de conocer quiso rendir su particular homenaje recibiendo a un toro a porta gayola frente a los toriles del coso de San Martín de la Vega (Madrid) con la camiseta del eterno26 puesta. 

Saúl Sanayas, más conocido como "el torero bético", quiso unir sus dos pasiones: la tauromaquia y el Betis en un acto muy emotivo. Y es que creo que cuando algo consigue emocionarte así, es de justicia que lo compartas. Es por eso por lo que os dejo este vídeo con el fin de que lo disfrutéis. Porque las trece barras colorean algo mucho más grande que el fútbol. 

¡MUSHO BETIS! 

Bienvenido, míster Platas

Finalizó la era Guillén. El ocaso de este período coincidía temporalmente con una de las peores épocas para el Real Betis donde, ya casi descendidos, confirmamos con partidos como el del pasado lunes ante el Málaga que no nos ha mirado un tuerto sino que toda la familia del susodicho ha querido echarnos una ojeada.

Después del varapalo del EuroDerbi parecía que el Betis recuperaba el esfuerzo por su objetivo principal, la permanencia, pero esa mala suerte que ya hemos comentado no nos deja ni a sol ni a sombra.

El Betis se enfrentaba a un Málaga ofensivamente inferior en la primera parte y así se reflejaba en ese marcador que mantuvo a los verdiblancos por encima hasta el minuto 80 aproximadamente.

Una vez encajado uno, el Betis volvió a hacer lo que, desgraciadamente, ya hemos presenciado en demasiadas ocasiones en esta temporada: venirse abajo. El poco acierto de cara a portería por parte de jugadores que por su papel no deberían fallar como son Leo Baptistao o N´Diaye o el penalti fallado por el tiburón Rubén Castro volvían a dejarnos con cara de tontos después de haber tenido en la mano esos tres puntos que en las próximas jornadas podrían suponer un halo de esperanza de cara a esquivar el descenso.

Volvamos ahora al título de esta entrada: la llegada de Manuel Domínguez Platas como nuevo presidente de la entidad verdiblanca tras la salida de Miguel Guillén.

Creo que aún es pronto para valorar al nuevo cargo y como él mismo ha anunciado al presentarse a la plantilla bética, lo que prevalece ahora por encima de los intereses económicos es ese último esfuerzo por esa afición incansable para lograr lo que parece ya del todo imposible viendo el calendario que nos queda por delante.

Curiosamente, este año la última jornada de Liga enfrente a mi equipo contra el equipo de mi ciudad con ese Osasuna - Betis. Así como aquel 2005 era la final que más deseaba para la Copa de S.M. el Rey, no así en este caso. En la mejor de las opciones, el Betis no llegue descendido a esa última jornada pero, en tal caso, se tratará de un duelo a vida o muerte entre los dos equipos a los que más estima les tengo de la Liga BBVA con demasiadas implicaciones personales de por medio. Se avecina drama. 

(Foto del Real Betis Balompié)

Tenía que estar ahí

Eso es lo que pensé aquel fatídico 20 de marzo en el que fue el partido más inolvidable que he vivido con el Betis y que, fácilmente, viviré en mi vida de aficionada.

¿Qué se puede esperar ya del Betis? Pues que te dé lo mejor y lo peor. Que te haga la persona más feliz del mundo un jueves y que a los siete días te hunda en la tristeza absoluta en un partido en el que las acciones de empresas fabricantes de desfibriladores alcanzaron los máximos en los aledaños de Heliópolis.

 Sabíamos que iba a ser un partido complicado. Y duro. Pero no tanto. 

El partido fue de lo más igualado a pesar de varios fallos defensivos que dieron lugar a los dos tantos sevillistas que igualaban la eliminatoria tirando por tierra todo el esfuerzo cosechado por los verdiblancos en el Pizjuán.

Después de haber leído todas las crónicas posibles y de haber evitado ciertos vídeos post partido con el fin de esquivar lágrimas innecesarias en unos días muy sensibles, sólo queda valorar aspectos tan importantes como el apoyo incondicional de la afición bética.

Porque hubo prórroga. Y penaltis. Y esta vez fue Nono el que protagonizó la mala suerte que no nos suelta esta temporada ni con agua caliente. Y nos rompió el sueño. Pero una vez más la afición del Betis volvió a ser la mejor conocida y volvió a apoyar al joven canterano en los que quizás hayan sido los días más duros de la trayectoria del jugador del Puerto.

Si de algo no tengo duda es que nunca olvidaré aquellos momentos en los que lloré como un recién nacido sentada en mi butaca de un estadio casi vacío donde sólo quedábamos algunos béticos que no dábamos crédito a lo que acabábamos de presenciar y un sector de la grada decorado de rojiblanco que coreaban un himno que sólo conseguía hundirnos más en la tristeza y desesperanza más absoluta.

El futuro inmediato del Real Betis se complica aún más tras este golpe en la moral y la derrota del pasado domingo ante el actual líder de Liga. Mañana se prepara otro más de esos partidos cruciales que hay que ganar "sí o sí" contra un equipo, el Levante, y un entrenador, Joaquín Caparrós, al que se dedica unos minutos de cánticos en todos los partidos. 
Como añadido se le une una lista de bajas en casi todas las posiciones del campo que complica aún más las opciones de mantenerse en la primera categoría.

Empiezan a acabarse las opciones de salvación pero, como aficionados queda seguir confiando y, sobre todo, seguir apoyando. Porque aunque no queramos, es lo que nos sale y no podemos hacer otra cosa.

¡MUSHO BETIS!

Pobre pobre palangana

Qué amargado se te ve... Cada vez nos falta menos... Para volvernos a ver.

Concretamente, poco más de 24 horas. Mañana estaremos en el Benito Villamarín o, como bien ha titulado hoy Estadio Deportivo, en el "Llenito Villamarín" para hacer historia.
Una historia que empezó el pasado jueves con una noche memorable donde se olvidaron todas las decepciones y fracasos de esta temporada, que no son pocos, y se volvió a soñar en el hueco que dejaban entre sí los abrazos y los cánticos.

Hace dos días los béticos recibíamos un jarro de agua fría en forma de lesiones que afectaban a dos jugadores que últimamente están aportando una importante estabilidad al equipo cada vez que salen al terreno de juego: Dídac Vila y José Antonio Caro.

La ausencia del lateral de Mataró será muy significativa de cara a los partidos que restan de temporada incluyendo el fundamental de mañana donde podemos recuperar gran parte de la moral y motivación perdidas por el camino desde que comenzamos con esta racha de derrotas.

Sin embargo, ahora toca disfrutar. Porque mañana podemos hacer historia. Porque mañana arderá Sevilla y las orillas de Guadalquivir se teñirán de verde a juego con el blanco de la noche en la que pocos dormirán.

Porque ahora te toca acabar lo que empezamos, Betis. Mañana sólo vale triunfar.
¡MUSHO BETIS! Y a disfrutar, señores. Que nos lo hemos ganado.

Éxtasis divino

Esta entrada no habla de oportunismos. Ni de "vamos a escribir ahora que hemos ganado 0-2 al Sevilla". "Y en su campo". O quizás sí, qué demonios.

Hay dos cosas que serían injustas en este día y en este blog. Una sería no escribir y la otra, olvidarnos de esa sensación inolvidable que vivimos ayer y ceñirnos a burlas sobre el rival con un "Pobre pobre palangana..." como título de esta entrada. Ojo, ese título anuncio ya que será el que encabece la previa del partido de vuelta en el Villamarín en el que, por cierto, estaré presente.

Así que por eso quiero que nos regodeemos en la sensación que vivimos ayer. Hay mucha gente supersticiosa por el mundo y no me considero dentro de ese grupo pero sí con el fútbol y con el Betis. Si veo que algo funciona y da suerte al equipo trataré de repetirlo cuando sea necesario aún sabiendo que mi poder no es tal. Ayer, eso se cumplió y pudimos celebrar nada más y nada menos que dos tantos contra el Sevilla en su campo en un partido que ya comenzaba con una acalorada previa con tifo confiscado incluído. 

Ayer vi a un Betis que me resultó más familiar. Porque aunque haya jugadores nuevos que empiezan ahora a conocer el Beticismo vi coraje sobre el verde. Vi a un N´Diaye muy bien plantado que encaró muy bien durante todo el encuentro y sobre todo a un Antonio Adán que no se amilanó en ningún momento destacando ese primer encontronazo en el primer minuto frente a Bacca. No creo que haya dudas de que ahí estuvo la verdadera victoria del partido ya que no es nada nuevo el ver a un Betis destrozado después de haber encajado un gol a los pocos segundos del pitido inicial.

Tras la publicación de mi previa de ayer, recibí comentarios que contradecían eso de que al bético le encantan los derbis alegando que muchos lo detestaban y creo entender por qué. Los derbis tienen un gran poder sobre la afición verdiblanca e imagino que esto será extrapolable también a la sevillista. Y es que un derbi puede llevarte a lo más alto, como fue el caso de ayer, y al mismo tiempo puede hundirte con un gancho moral en toda la boca del estómago.

Por eso, porque ayer tuvimos esas ganas de ganar y de animar, ahora toca disfrutar y seguir tachando objetivos. ¡MUSHO BETIS!